Ponencia
VII Jornadas de Psicopedagogía del Comahue y II Jornadas Internacionales de Psicopedagogía
Prácticas y saberes psicopedagógicos: El escenario actual en Latinoamérica. Septiembre 2024
Blog de Psicopedagogía, teoría psicopedagógica, Clínica Psicopedagógica, Psicopedagogía Laboral y Comunitaria. En construcción de una Psicopedagogía Crítica y de liberación. Con propuestas de investigación y docencia.
La escritora es Marité Sarthe: Mgter en Educación, Lic. en Psicopedagogía, Esp. en Psicoanálisis y prácticas socioeducativas. Experiencia de 30 años en ámbitos educativos, clínicos y comunitarios. Docente universitaria. Con experiencia en cargos directivos en escuelas secundarias e institutos de formación docente y técnica.
Una anécdota maravillosa, no sólo por su valor histórico, sino que formó parte de un concurso propiciado por la Revista Aprendizaje Hoy.
“LE VENGO A APRENDER LA LETRA”
Mezcla de anécdota con uno de mis primeros
grandes aprendizajes fue eso que me pasó en los inicios de mi carrera como
psicopedagoga.
Comencé ejerciendo en el gabinete
psicopedagógico (así se llamaba por aquel entonces) de una escuela de González
Catán, en el km 32 de la ruta 3, hace poco menos de 40 años atrás. Para llegar
a la escuela debía caminar 15 cuadras de tierra. Al poco tiempo sabía de los
estragos de la lluvia y de los perros del lugar que, por suerte, me conocían,
pero nunca olvidaré cuando me corrió un ganso. Me sentí realmente ridícula.
Trabajaba con una Asistente Educacional y una
Asistente Social. Mi cargo era el de Maestra Recuperadora. Por lo tanto, debía
trabajar con aquellos niños que presentaban “atraso” o no aprendían como los
demás de su mismo grado. Conformaba pequeños grupos de aprendizaje y trabajaba
sobre los contenidos de lengua específicamente.
El lugar físico del “gabinete” podemos
imaginarlo: teníamos que atravesar el gran patio hasta llegar a ese pequeño
cuartito que con algún esmero acondicionamos para nuestro bienestar, limpiando
y corriendo pupitres rotos. Bien aislado, el “resto” de la escuela podía estar
tranquilo, las del gabinete albergaban allí a “los que no aprenden y se portan
mal”.
Es así como ese día el
grupo de 2° grado atravesó el patio, entraron al cuartito y comenzamos con la
tarea. Al rato golpean la puerta, abro y descubro a ese chiquito de
guardapolvo, bien morocho, ojos enormes y con una sonrisa de felicidad enorme,
ajeno totalmente a esa representación social absurda que significaba ser
“derivado a gabinete”
Entonces, le pregunto a modo de juego: - ¿para
qué venís acá? A lo que me responde: - “le
vengo a aprender la letra”.
Él venía a aprender para mi felicidad y
consuelo. Si reproducía las letras con cuidado y esmero era para mantenerme
contenta. Parecía que aprender era algo para otros, no para él, como si nada
tuviese que ver con su persona, como si no le perteneciera.
Entonces, claro, no se trataba sólo de devolver
el placer por aprender sino devolver aquello que no era mío: su propio
aprendizaje. La capacidad de “apropiarse” del saber como derecho de toda
persona, no estaba instalado entre las pertenencias de este gracioso alumnito.
Después, recién después pudimos trabajar las
ventajas de aprender a leer y a escribir para Martín. Antes fue menester
confrontarlo con sus derechos y posibilidades.
Intento tener presente desde aquel día, lo
importante que es para los demás: no quedarme con lo que no es mío.
Lic. Marité Sarthe
Universidad del Salvador
Avance de Libro
PSICOPEDAGOGÍA COMUNITARIA
Una aproximación a las Relaciones de Poder en territorios de avance colectivo
Introducción
Capítulo 1. Psicopedagogía Comunitaria: pensar lo comunitario.
La psicopedagogía en cuestión
La psicopedagogía es comunitaria
Los comunitarios y una
invitación a implicarse
El oficio psicopedagógico en
comunidad
Referencias bibliográficas
Capítulo 2. Una Psicopedagogía Crítica implicada en lo comunitario
Teoría Crítica y Psicopedagogía
Las relaciones de poder y la práctica comunitaria
Psicopedagogía Comunitaria y la Teoría del Reconocimiento
Las Pedagogías Críticas y la Psicopedagogía Crítica
Psicoanálisis, Teoría del vínculo y Pedagogía
Social
Capítulo 3. Propuesta de acercamiento a la
comunidad.
El método en el abordaje de la comunidad: una
discusión práctica
El Modelo Comunitario basado en Paulo Freire
La implicación psicopedagógica como propuesta: el
Modelo Comunitario Crítico
Referencias bibliográficas
Capítulo
4. Acerca de los psicopedagogos comunitarios
La génesis comunitaria de una psicopedagoga: el
convencimiento
El enfoque profesional psicopedagógico
Los discursos absolutos
El Equipo, la interdisciplina y la relación con el
saber
Las redes como dispositivos de abordaje
psicopedagógico
Una cuestión de co-visión
Referencias bibliográficas
Capítulo
5. Experiencias comunitarias
Estudio de Caso: Pensar la psicopedagogía en el territorio
Un contexto inesperado
Sobre los espacios comunitarios
La “Salita recuperada”: espacio de encuentro psicopedagógico
comunitario
Un caso psicopedagógico
Referencias bibliográficas
Conclusiones
Bibliografía
Permítanme
expresarme en primera persona con el único propósito de referirme sobre el
origen de mis ideas en Psicopedagogía Comunitaria. Aquí quiero contar que he
sido profesora en la tecnicatura de Psicopedagogía en un instituto de formación
docente y técnica del Partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires,
Argentina y habiendo ejercido con total libertad hemos desarrollado proyectos
de extensión, de investigación y de prácticas profesionalizantes por casi 20
años (2003-2021) con compañeros y estudiantes de la carrera, en territorios de
alta vulnerabilidad social y económica.
Si bien desde siempre la carrera sostuvo este tipo de
prácticas, todo se intensifica cuando una red de jardines comunitarios demanda
intervención allá por el año 2003. Las redes que generaban los Jardines de
Infantes Comunitarios y sus modos de organización nos hicieron vivir la
comunidad, acercarnos a sus códigos e interpretar demandas para el encuentro psicopedagógico.
En su incipiente pero instalada conformación los jardines comunitarios dieron
respuesta a la necesidad de albergue de cientos de niños desprovistos de
jardines de infantes que fueran cercanos a sus domicilios. La inexistencia de
jardines ya sean estatales, municipales o privados fue la primera de las
razones para que un grupo de mujeres organizaran sus comunidades en procura de
un espacio acogedor para los niños y confiable para los padres que trabajaban. Este
movimiento social fue depositario de críticas y exigencias de formalización, círculos
dominantes vieron en ellos un peligro que crecía y se organizaba día a día. Así
en pleno ambiente de ebullición y cierto desprecio, por no contar con personal
docente titulado ni edificios habilitados para tal fin y demás carencias, nos
albergaron a profesores y estudiantes de psicopedagogía en sus espacios y se vivenció
un aprendizaje dialéctico que impulsó proyectos coligados. Hemos asistido a la
estremecedora experiencia al observar que muchos de los estudiantes ya siendo egresados
como profesionales de la psicopedagogía se quedaban en esos territorios
cohabitados, impulsando proyectos comunitarios variados, como centros de
atención al aprendizaje en distintos espacios (jardines comunitarios, Iglesia,
casas particulares). Es precisamente a esta experiencia que le debemos la idea
de una psicopedagogía crítica que se instaló en el instituto, en la comunidad y
que caracterizó a la carrera en su formación precisamente “comunitaria”.
Años más tarde, contando con experiencia en
territorios con vulneración social, la organización de “una salita recuperada”
como fue llamada en su momento se constituyó en un espacio de encuentro psicopedagógico
que inspiró aún más la sistematización de algunas ideas vinculadas con esto que
llamamos Psicopedagogía Comunitaria. La “salita” proveyó de experiencias
comunitarias que trascendieron lo específicamente académico en cuanto a prácticas
estudiantiles se refiere, porque se conformaron equipos interdisciplinarios que
se involucraron ante demandas de tipo pedagógicas, psicológicas,
psicopedagógicas y fonoaudiológicas. Los
lazos sociales y las redes se hicieron carne y la interdisciplina se
constituyeron en verdadera praxis.
A lo largo de estos años hemos asistido a cambios en
las distintas comunidades en las que operamos, en sus organizaciones, proyectos,
vínculos interpersonales e institucionales, discursos, cambios en nosotros
mismos, el mundo ha cambiado y nos sorprende con nuevos escenarios, de modo que
la necesidad de una sistematización, el aporte de otros constructos teóricos y
de experiencias son imperiosamente necesarios para una práctica psicopedagógica
en constante movimiento.
En todo el devenir de una práctica comunitaria
compleja hemos presenciado una constante: las relaciones de poder. Ellas determinaron
la necesidad de un análisis hermenéutico, de interpretación profunda que de
manera relacional tuviese en cuenta la dimensión sociohistórica, discursiva y
reinterpretativa sobre una subjetividad en y con contexto.
El presente escrito pretende
establecer algunos lineamientos acerca de la comunidad sobre la que se aborda
con estrategias psicopedagógicas, definir desde que postura teórica se entiende
la Psicopedagogía Comunitaria y sus problemáticas y proponer un posicionamiento
crítico de quien ejerce en comunidades dando a conocer experiencias relevantes.
Se propone en el Capítulo 1, partir desde aquello que
entendemos por psicopedagogía para luego pensar en una conceptualización de
comunidad que lejos de presentarla en sus lados más vulnerables o idílicos, se
la presenta con todo su empoderamiento, fuerte, conflictiva y compleja. En este
rastrillaje de conceptos e ideas, distintas dimensiones entran en juego sin
agotar ninguna de ellas.
A partir de este incipiente entendimiento se provee de
algunos elementos teóricos que sostienen los modos de pensar y comprender la Psicopedagogía
Comunitaria en el Capítulo 2. Va de lleno pensar en autores y teorías quizás no
tan “habituales” en psicopedagogía, que no conforman las lecturas que
actualmente predominan; será esta una propuesta, la de aventurarnos a volar en
nuestras reflexiones sin ataduras a discursos dominantes. El cap. 2 tiene
centralidad en tanto continúa sugiriendo de qué modo vamos a entender las
problemáticas comunitarias y las relaciones de poder que allí se dirimen. Se
advierte que no se agota en aquello expuesto, sino que persigue el propósito de
entusiasmar a los lectores hacia nuevas búsquedas.
El capítulo 3 intenta abordar los modos de
acercamiento e intervención conocidos, registrando algunos antecedentes en
estos modos y proponiendo un análisis hermenéutico que facilite y complemente
abordajes comunitarios. En este sentido, se decanta un nuevo modo de percibir
la intervención, el abordaje psicopedagógico es implicación.
El Capítulo 4 se inicia con un relato que termina de
hacer lazo con aquello que entendemos por posición profesional. Un viaje a
Bolivia direcciona desde un inicio más que una modalidad de trabajo, una
ideología y ética sostenida, modos de entender a los demás y sus problemáticas.
Toma en cuenta las experiencias transitadas y la teoría revisada y recreada
para pensar en el oficio de los profesionales que ejercen la psicopedagogía en
comunidades situadas y a veces sitiadas. Analizar la implicación
psicopedagógica, cómo juegan las ideologías, discursos instalados, limitaciones
para pensar en un posicionamiento profesional que impregne la tarea. El capítulo
4 deja en claro que en esta tarea no estamos solos, el trabajo en equipo,
interdisciplinario, con redes y una co-visión que acompaña y ayuda a la
creación de nuevas intervenciones se expresa con presencia.
En estos primeros capítulos se advierte acerca de lo
inacabado de estas reflexiones, por ese motivo, quizás con el débil propósito
de materializar las ideas inconclusas se propone el capítulo 5. Allí se ubicará
una experiencia comunitaria para impulsar nuevos abordajes y posibilidades de
oficiosidad, ligada a la implicación en un caso de un jovencito que ingresaba a
su escuela secundaria y no podía leer. La idea es poner en evidencia las
acciones, tareas, recursos, propuestas psicopedagógicas que, desde las
condiciones más desfavorables, aun así, pueden ser realizadas.
Una aclaración
importante: En el desarrollo de este libro, he tomado la decisión de no
utilizar el lenguaje inclusivo. No quiero que esta elección se interprete como
una oposición a la importancia de la inclusión y la diversidad, sino más bien
como una elección basada en consideraciones de estilo y claridad. Mi objetivo
principal es comunicar de manera efectiva los conceptos y principios
psicopedagógicos, y creo que, en este contexto específico, el uso de un
lenguaje más tradicional facilitará la comprensión. Aprecio la diversidad de
perspectivas y estoy abierta a recibir comentarios y sugerencias constructivas.
La intención es fomentar un diálogo respetuoso y enriquecedor sobre los temas
abordados en este libro.
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